domingo, 29 de agosto de 2010

Lanzamiento MO.RE.NA.


Movimiento de Renovación Nacional

Declaración de Córdoba.


Una cruel paradoja insiste con humillarnos a los hombres y mujeres que amamos la vida pública: la Argentina, un país inmensamente rico, resultó ser el hogar de familias inmensamente pobres. La democracia que los argentinos restauramos en 1983, vista desde este 2010, nos frustra tanto a nosotros, los radicales, los que creemos en el diálogo y el acuerdo, como a todos quienes vieron descender sus niveles de vida y la calidad de los servicios esenciales que debe prestar el Estado.

Contamos, sin embargo, y todavía, con un amplísimo consenso acerca de las virtudes de la vida democrática. Sin más demoras, la democracia política, y su hermoso ritual electoral, deben producir la democracia social. Porque son las condiciones económicas las que definen las características del orden social. Y una democracia que tolera la exclusión de una parte del pueblo, deja de ser la democracia por la que vale la pena la entrega generosa del que representa y también la del que es representado.

El gobierno nacional actual encarna un populismo conservador de matiz autoritario que no reconoce límites legales y concibe las instituciones como obstáculos que hay que evitar. Concentra y personaliza el poder e interpreta cada crítica como un acto de agresión. Divide el mundo entre amigos y enemigos y supone que dialogar es mostrar debilidad. Por su propia naturaleza, carece de capacidad para organizar el futuro, porque cualquier proyecto que dependa de personalismos autoritarios, es frágil e inestable.

Y esto no sería solo malo, sino hubiera algo peor: el gobierno es rehén de una matriz productiva que no mejora la calidad de vida de las mayorías. El crecimiento económico es un ingrediente necesario pero no suficiente para reducir la pobreza. La sociedad necesita igualdad y desarrollo. Si no, no será posible vivir en paz y seguridad. La pobreza no es algo normal, es algo inmoral.

Ante un cuadro así, un desafío mayor es la construcción de la confianza. En la democracia del diálogo los liderazgos de calidad no se construyen con publicidad, ni aparatos, ni dinero, ni apoyos corporativos; sino en base a confianza, diálogo y construcción de grandes acuerdos estratégicos. Seremos gobierno el año que viene porque el pueblo confiará en nosotros. Confiará porque no dejaremos dudas. Y porque cumpliremos con el mandato electoral. Con el radicalismo y las fuerzas que nos acompañen en el 2011 no dejaremos ni un argentino atrás. Si la Argentina crece, pues entonces: crecemos todos. Y aun a quienes no nos voten, también les corresponderá el progreso y el crecimiento. Y todos podrán confiar en algo más, podrán ir a dormir cada día con la certeza de que no los perseguiremos, no los hostigaremos, no falsificaremos la información pública, no pincharemos teléfonos, no nos enriqueceremos.

Estas son algunas de nuestras convicciones que pensamos como para no ir dejando dudas.

Vamos por la igualdad. Porque un estado democrático tiene una obligación: actuar con igual respeto y consideración por todas las personas.

Vamos contra las desigualdades políticas, contra toda forma de discriminación o persecución, porque jamás aceptaremos la idea perversa de que un proyecto progresista precisa restringir la libertad de prensa, falsear la información pública, amenazar con el uso de la violencia, abusar del poder o corromperse.

Vamos a terminar con las desigualdades que sufren las mujeres en el trabajo, en la familia y en la esfera pública. Todas las áreas de nuestro gobierno tomarán en cuenta el impacto de las políticas públicas respecto de los derechos de las mujeres.

Vamos contra las desigualdades de cuna, contra la lotería social que condena a millones de compatriotas a vivir con menos educación, con menos seguridad, con menos salud, por el simple hecho, completamente involuntario, de haber nacido en un hogar pobre.

Trabajamos contra las desigualdades económicas, porque la brecha de ingresos y bienestar perpetúa la injusticia, destruye los lazos comunitarios y degrada nuestra cultura. La exclusión y la marginalidad son causas determinantes del nivel de inseguridad que condiciona la vida de todos los argentinos. La desigualdad grosera y agraviante favorece la violencia y quienes se sienten afuera del sistema por generaciones sucesivas no tienen ningún motivo para cumplir las leyes y respetar la vida y la propiedad de quienes viven una realidad mejor.

El delito profesional sí debe combatirse, con buena policía, buen sistema carcelario y buenos jueces. Pero el delito que nace de la pobreza –y que victimiza, en primer lugar, a los pobres- solo se soluciona con políticas sostenidas de integración social.

El Estado no puede resolver todos los problemas, pero queda claro que su ausencia los agrava. La acción estatal debe alentar la movilización de recursos privados para la inversión en investigación y desarrollo, el aprovechamiento integral de la dinámica expansiva del mercado y la organización de cadenas de valor. Nuestro país produce conocimiento científico de excelencia. Pero precisamos un sistema eficaz para que el sector productivo nacional pueda incorporar la producción científica argentina al proceso productivo.

El Estado debe definir, diseñar y aplicar una política demográfica, migratoria y de planificación territorial que preserve la apertura “hacia todos los hombres del mundo” y al mismo tiempo, procure la adecuada ocupación del espacio nacional, amortiguando la tendencia a la urbanización indiscriminada y no planificada que provoca la superpoblación de las ciudades.

Debe hacerse una revisión de nuestra matriz productiva tendiente a democratizar nuestra organización económica, desandar el alarmante proceso de concentración y la pérdida de nuestra capacidad estratégica sobre sectores productivos básicos, iniciados en los noventa y continuado hasta ahora.

El fortalecimiento de las capacidades técnicas y financieras del Estado es condición necesaria para la profundización de su gestión en el campo social. La planificación participativa, la inversión pública en todas las áreas deben pensarse y organizarse en función de la igualdad, sabiendo que el trabajo es el primer factor de igualación y equidad. En el mismo sentido deben utilizarse los instrumentos de política económica.

La inserción en los mercados internacionales es una condición de sustentabilidad de todo programa de desarrollo.

La educación es el sector donde el abandono alcanza niveles colosales. La crisis de la escuela pública compromete el porvenir de generaciones enteras, porque impide concretar la función incluyente del conocimiento que sirve para la libertad, para el crecimiento personal, pero también como aporte imprescindible para la creación de progreso.

La decadencia de la enseñanza provista por el Estado agrede el más elemental sentido de justicia social, porque excluye a tantos, en una etapa en la que la comprensión y el manejo de la tecnología es un factor sustancial para mejorar la calidad de vida e impulsar el desarrollo económico.

Vamos a recuperar capacidad de decisión sobre nuestros recursos naturales estratégicos.

Debemos poner fin a la desigualdad entre generaciones. Una ley básica de la vida en sociedad es que debemos dejar a nuestros hijos y nietos un mundo mejor que el que recibimos de nuestros abuelos y padres. Pero nuestra generación viola esta ley y amenaza la subsistencia de las generaciones futuras. Para disfrutar de un ambiente sano, debemos pensar hoy en los efectos a 50 o 70 años de distintas prácticas y políticas públicas.


El Morena nace para conducir al Partido a las elecciones del 2011, para ser gobierno interpretando a las mayorías y para servir al país. Para ello impulsa un Programa, promueve el recambio generacional y auspicia, de entre sus filas, al futuro Presidente de la Nación.

Los partidos políticos recibieron de lleno el impacto producido por la desconfianza y se convirtieron en promotores de candidaturas individuales sin proyección nacional. Nuestra misión es consolidar para la UCR su condición de fuerza nacional y federal, garantizar su unidad de pensamiento y acción, impulsar la renovación de sus ideas, sus métodos y su dirigencia, y colaborar en el diseño de coincidencias de fondo con otras fuerzas políticas y sociales que garanticen las transformaciones de fondo que Argentina necesita. Vamos a fortalecer, ampliar y potenciar el Acuerdo Cívico y Social.

Con el Movimiento de Renovación Nacional queremos hacer del radicalismo la fuerza convocante de una gran causa nacional. Los hombres y mujeres del Morena han custodiado al Partido y evitado su dilución. Junto a ellos, nuestro candidato resistió la diáspora y la aviesa intención de cooptación por parte del gobierno, y hoy interpreta la aspiración del pueblo a un cambio progresista, igualitario y fraternal.

Tenemos para ofrecerle al país un partido de principios, un programa transformador y mujeres y hombres decididos a que la Argentina sea todo lo que puede ser.


Ciudad de Córdoba, 28 de Agosto de 2010.

lunes, 23 de agosto de 2010

El radicalismo pide investigar pérdidas de Futbol para Todos.

El bloque de senadores radicales pidió la formación de una comisión en la Cámara alta para que investigue el programa Fútbol para todos, que produjo pérdidas al Estado de 950 millones de pesos al cumplirse un año de su vigencia.

La necesidad de investigar “lo actuado por el Gobierno y por la AFA” fue anunciada en una conferencia de prensa realizada por el presidente de la UCR Ernesto Sanz, el jefe del bloque Gerardo Morales, el santacruceño Alfredo Martínez y el chubutense Mario Cimadevilla.

Morales denunció que “Fútbol para todos” ha servido para garantizar los negocios de Julio Grondona y la campaña electoral de Néstor y Cristina Kirchner”.

Pero al mismo tiempo se preocupó por remarcar que “estamos de acuerdo con que el Estado maneje el programa fútbol para todos”. Aunque aclararon que “ es necesario que se rindan cuentas sobre los fondos de los argentinos que son usados para pagarlo, a fin de que se cumpla la promesa oficial de que el financiamiento no quede a cargo del Estado nacional”.


Munido de un sistema de proyección, Morales, que ofició de bastonero, recordó que el 20 de agosto de 2009 el Gobierno y la AFA suscribieron un contrato por el que la entidad madre del fútbol criollo “cedió al Estado nacional la exclusividad de las imágenes y sonidos” del torneo de primera división “por 10 años y por un monto mínimo anual de 600 millones de pesos”. El contrato contempla -ilustró Morales- “que los excedentes que se distribuirían en partes iguales entre los clubes afiliados y los deportes olímpicos”.

Sin embargo, el bloque de la UCR destacó que en el campeonato apertura de 2009 se emitieron 78.124 segundos de publicidad oficial y sólo se vendieron al sector privado 6.889 vendidas a terceros, con lo que se generó 4.236.583 pesos por ventas de publicidad. Y que en el campeonato Clausura de 2010 se incrementó la publicidad oficial a 119.852 segundos de publicidad oficial, y 15.000 vendidos a terceros. El total recaudado fue de casi 2,5 millones de pesos. Pero resulta que el programa generó gastos por más de 970 millones de pesos durante este año de vigencia.

Y por eso el Estado “tuvo que pagar más de 967 millones de pesos”, especificó el jefe de bloque de la UCR.

Enseguida los legisladores radicales le apuntaron al Jefe de Gabinete, quien en su informe del 2 de junio en el Senado declaró que la “idea es no pagar un centavo, sino ganar por encima del monto comprometido”.

Morales habló de “la ineficacia del Gobierno para recaudar fondos”. Sanz prefirió poner el acento en que “se trata de una actitud deliberada del Gobierno para hacer campaña a favor de Néstor y Cristina, aprovechando la gran audiencia que tiene el fútbol por TV”.

FUENTE: Diario Clarín.

domingo, 8 de agosto de 2010

Alfonsín pronostica una derrota de Kirchner.

El diputado y precandidato presidencial del radicalismo, Ricardo Alfonsín, pronosticó que los Kirchner perderán las elecciones del 2011 en la segunda vuelta frente a un candidato del Acuerdo Cívico y Social (ACyS), por supuesto, el espacio que él integra. Pero, a la vez, admitió que las disidencias internas de ese sector provocarán que el postulante presidencial solo pueda ser definido a través de internas partidarias.

Alfonsín explicó que ve muy difícil que el ACyS defina a su candidato por “consenso”: “Para el consenso se necesitan dos cosas: coincidencias programáticas y que algunos de ellos (por los candidatos) dé más garantías en términos electorales, lo que es más difícil de determinar”. Según dijo, está convencido que “lo más probable” será que sean “los afiliados de las distintas fuerzas los que digan con su voto quiénes nos tendrán que representar”. El ACyS es un frente integrado por la UCR, la Coalición Cívica, el Socialismo y el GEN.

Más allá de las diferencias que existen entre cada uno de los líderes de esas fuerzas, Alfonsín se esperanza y dice que será un miembro de ese sector el que gobernará el país a partir del 2011 . Eso sí, cree que el triunfo electoral solo les llegará en el balotaje. “Existen más chances que gane el Acuerdo Cívico y Social que el Frente para la Victoria”, se entusiasmó, pero de inmediato aclaró que “en primera vuelta no gana nadie hoy”.

Fuente: clarin.com